TATUAJE
Miedo maldito manda medio mundo. Medio más mucho mensaje, menos media medida. Miedo mortal meramente mental. Moldura mensual. Mito matrimonial. Mañana muestra microscópica. Mientas menos miren, menos matan. Mina medular. Mañana medida moral.
Que las fobias son irracionales. Que la pequeña araña parece un gigante bajo la lupa de la ansiedad que vira en exageración. Herencia de Fobos, hijo de Ares y Afrodita. Estira el amor y la guerra.
Mi fobia es la salud por desconocida, a los médicos y al personal, a las batas y a la insignia del hospital, más que nada a las jeringas, ¡más que a las dichosas pastillas!
Pero no cualquier tipo de jeringa. Si llega una cura, que me piquen primero. No me importan las vacunas, desde el año pasado tres rondas de AstraZeneca son mis compañeras. No soy como esos vatos de internet que tanto me erotizan, suplicando boca abajo que no les inserten la hueca varilla. Yo pongo el culo para lo que me pidan, incluyendo la jeringa.
Tampoco me molestan las que cargan tinta. La orgía de picas se siente rica. De nuevo al amor y a la guerra. ¿Y si me quito la playera? Además de guapo parece que me caí de cara en un puesto de calcomanías. Caprichos cúspides con estampa permanente. En un hombro tengo tatuado un plátano de Warhol. Portada setentera. Rebeldía adolescente. Madonna era True Blue Baby I Love You en las costillas. Un ovni en la panza. Manos de lotería; una abierta y otra cerrada porque al saludar es mi filosofía. Boxeadores en los brazos en tensión eterna porque no llegan a los madrazos. También el nombre de Truman Capote. Otro borrado a falta vistas porque olvidé a ese hombre.
El problema es la extracción. Me aterra la toma sanguínea como extensión de otros tres meses de vida. Cumplí mi promesa y tomé las pastillas. ¡Gilead cumple la tuya!
Me asusta el maternalismo de la enfermera. El recuerdo de la primera muestra. Retahíla de siete tubos que sentía que me exprimían. La vergüenza de mi reacción: tremendo señor maricón.
Por eso me tatué un curita. Una bandita eterna en la vena para no darle a nadie la satisfacción. Es el trauma y su solución.